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MEDIO AMBIENTE

Martha Liliana Pérez es ingeniera ambiental y es la Coordinadora de la Junta de Acción Comunal del barrio Nazareth en Nobsa, a quien le realizamos una entrevista para conocer el punto de vista de la comunidad hacia Holcim, los impactos positivos y negativos que ha traído, y como se ve enlazado el tema ambiental con esta cementera.

Sin predicción para el futuro de Nobsa

Tratar de predecir el futuro de Nobsa, podría ser una idea ambigua plasmada en un texto, sin embargo al recoger distintos relatos de la comunidad se evidencia que existen situaciones que incomodan las vidas de los nobsanos, provocando el anhelo de tener un mejor mañana en este municipio.

 

Camilo Montaño, perteneciente a esta comunidad manifiesta qué tan incómodo resulta ser vecino de la cementera Holcim: “Vivir aquí es una tortura, porque ellos trabajan más que todo es en las noches y cuando uno se levanta el carro ya esta lleno de polvo y si eso pasa con el carro imagínese cuántas enfermedades no tendrá uno por ese polvo.”

Las industrias cementeras traen impactos sobre el medio ambiente, la fauna y flora; además, el polvo que liberan se deposita en los alimentos, vegetales y frutas que la sociedad consume diariamente, causando efectos negativos en la salud de las personas.

Las enfermedades con más probabilidad de contraer al tener contacto con este producto de construcción son: Enfermedades como la dermatitis aguda y crónica: generada por contacto con el cemento produce quemaduras, erupciones e irritación en la piel y la conjuntivitis aguda y crónica: cuando los ojos tienen contacto con el cemento genera desde irritación y enrojecimiento hasta quemaduras químicas dolorosas.

 

Por otro lado Las enfermedades pulmonares son las que generan mayor consulta con los especialistas, Sandra Escobar, médico Especialista en epidemiología , explica la peligrosidad de éstas: “La elaboración del cemento  libera muchos compuestos que por lo general pueden dañar, afectar lo que es la vía respiratoria, principalmente los minerales que contiene el cemento pueden afectar las vías respiratorias y a corto plazo puede generar asma o una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, incluso a largo plazo podría generar tumores en el pulmón.”

 

Al ser un problema ambiental que conlleva más derivaciones perjudiciales para Nobsa, es evidente que se necesitan soluciones que puedan llegar a tranquilizar la vida de estas personas.  Sin embargo, hasta el momento no existe algún estudio que compruebe o refute que Holcim es el causante de afectaciones a la salud de los Nobsanos y pese a que en enero del 2017 la gobernación afirmó que se iniciarán los estudios, para noviembre de este mismo año siguen buscando los recursos para financiarlos.

 

Janeth Siachoque, asesora del cambio climático afirmó que “una vez estén los resultados y sean analizados se ve qué acción se va a tomar, pero por ahora no tenemos nada planificado.”

 

Este problema al parecer no tiene relevancia para aquellas entidades que podrían dar una solución, o por lo menos comprobar qué tan grave es el co-procesamiento de Holcim, porque han pasado 14 años desde que llegó la cementera a Nobsa, 14 años de incertidumbres que podrían definir el futuro de un municipio “bajo el concreto".

¿Por qué no se deben quemar basuras "domesticamente"?

El ambiente de un mundo cementero

Las industrias cementeras traen impactos sobre el medio ambiente, la fauna y flora. Además el polvo que libera se deposita en los alimentos, vegetales y frutos que la sociedad consume diariamente, causando efectos negativos en la salud de las personas.

Enfermedades como la dermatitis aguda y crónica generada por contacto con el cemento produce quemaduras, erupciones e irritación de la piel; la conjuntivitis aguda y crónica producida cuando los ojos tienen contacto con el cemento genera desde irritación y enrojecimiento hasta quemaduras químicas dolorosas; estas dos enfermedades son las más comunes de padecer al tener contacto con este producto de construcción.

Las enfermedades pulmonares son las que generan mayor consulta con los especialistas, por esto, Sandra Escobar, médico especialista en epidemiología, explica la peligrosidad de estas enfermedades, “el cemento libera muchos compuestos que por lo general pueden dañar y afectar la vía respiratoria. Principalmente los minerales que contiene el cemento pueden afectar, y a corto plazo pueden generar problemas como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica e incluso, a largo plazo podría generar tumores en el pulmón dependiendo la susceptibilidad de la gente”

 

La alcaldía de Nobsa ha recibido quejas de sectores de la comunidad que afirman que la emisión del co-procesamiento de residuos como plásticos contaminados con restos de pesticidas también causan enfermedades respiratorias e incluso cáncer.

Daniel Mejía Lozano es uno de los principales denunciantes de los malos procesos que usualmente llevan las cementeras, “yo denuncié la multinacional Lafarge Holcim porque después de una investigación encontré hallazgos donde el Ministerio de Ambiente no tiene conocimiento a profundidad de qué se está quemando en la planta, de hecho, Corpoboyacá tampoco sabe qué se está quemando y tenemos aproximadamente 18.000 personas enfermas en el Valle de Sogamoso.”

Boyacá cuenta con 123 municipios de los cuales Corrales, Duitama, Firavitoba, Nobsa, Iza, Tibasosa, Monguí y Sogamoso son hasta ahora los principales afectados por el funcionamiento de las industrias cementeras, especialmente por Holcim, ya que estos municipios se encuentran ubicados alrededor de dicha planta, sin embargo, a pesar de la magnitud de la problemática del departamento, muchos de sus pobladores desconocen la situación que los afecta directa pero silenciosamente, como es el caso de Carolina Gutiérrez habitante de Sogamoso. “Sabía de la existencia de la empresa Holcim pero no sé qué enfermedades causa y pues tampoco sabía que podría afectar nuestra salud ni que causaba tanta contaminación, y de hecho, mi familia tampoco está enterada de la situación y de los daños que nos pueda causar en un futuro”.

La posición de las autoridades y la sociedad se debate entre el aporte económico de la industria cementera y su indispensable participación en el sector de la construcción frente al impacto ambiental y los problemas de salud que genera en los habitantes de la región.

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